sábado, 11 de mayo de 2013

MITOS DE LA ALIMENTACIÓN.






Existen muchos mitos y malentendidos sobre la nutrición que pueden llevar a confusión. Además, algunas campañas publicitarias intentan aprovecharse de este desconocimiento. Aquí te tenemos algunos de estos mitos 
  • Es mejor tomar margarina que mantequilla, porque está hecha con aceites vegetales, que previenen la enfermedad cardiovascular y el infarto.
    No es cierto.
    Es una de las ideas más extendidas. Para convertir un aceite vegetal (líquido a temperatura ambiente) en una grasa para "untar", los fabricantes lo someten a un proceso de hidrogenación. Esas grasas artificialmente sólidas son las famosas grasas "trans", a las que numerosos estudios han asociado efectos incluso peores que los de las propias grasas de origen animal. Lo peor es que las "trans" se nos cuelan en multitud de alimentos preparados. ¿Cómo saber si las magdalenas que compras tienen este tipo de grasas? Si la etiqueta dice "grasas vegetales hidrogenadas"... quizá te convenga buscar otras con aceites no transformados.  
  • "Para estar bien alimentado hay que comer mucha carne". Para estar bien alimentado hay que comer de todo. La carne cumple una función muy importante, pero es preciso ingerir otros alimentos.
  • "El agua, durante las comidas, engorda". El agua es un nutriente que no aporta calorías, por tanto, es imposible que engorde , aunque vamos a puntualizar: sí que es cierto que, frente a determinadas patologías, puede retenerse en el cuerpo formando edemas y elevando el peso corporal (que no la grasa); no adelgaza pero ayuda, pues puede ser útil para frenar el apetito y dilatar el estómago para que se estimule el reflejo de la saciedad. El por qué una idea tan absurda puede seguir vigente hay que buscarlo en la condenada publicidad, que nos ataca con frases como "... el agua ligera, que aligera el peso...", lo que ayuda a perpetuar el mito.
     
     
  •  "El pan tostado adelgaza ". El pan tostado aporta las mismas calorías que el normal. Al tostarlo, sólo se elimina el agua que contiene.
  • "La carne roja no alimenta tanto como la carne blanca". La carne blanca es igual de nutritiva que la roja.
  • El pescado azul y el aceite de oliva disminuyen el colesterol". El pescado azul y el aceite de oliva contienen ácidos grasos, los insaturados que favorecen la eliminación del exceso de colesterol en la sangre. Pero no está tan claro que haya que cocinar todo con aceite de oliva pues si bien es verdad que las grasas poliinsaturadas (aceites de maíz, girasol, soja...) reducen tanto el colesterol "malo" (LDL) como el "bueno" (HDL, que ayuda a expulsar el malo del organismo) y  que, en cambio, las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva o cacahuete) reducen sólo el colesterol "malo", manteniendo las tasas del "bueno" esto no quiere decir que haya que desterrar el aceite de girasol de la dieta puesto que las grasas poliinsaturadas intervienen en múltiples funciones orgánicas, desde el crecimiento y el desarrollo a la producción de sustancias que regula la presión sanguínea.¿Conclusión? Cocinarlo todo con nuestro maravilloso aceite de oliva... y echar un poquito de aceite de girasol u otro aceite poliinsaturado en la ensalada.

  • "Lo parte blanca de las verduras es la que más alimenta". La parte verde de las hojas de las verduras es la que contiene mayor cantidad de vitaminas. Por ello, se deben consumir las hojas externas y las internas de las verduras.
  • "Si quieres adelgazar, sáltate alguna comida."Es justo al revés.Se ha comprobado que las personas que dejan pasar mucho tiempo entre dos comidas tienen metabolismos más bajos y queman menos calorías que las personas que comen dada pocas horas. Además, los que se saltan comidas tienden a comer más por la noche, justo cuando el metabolismo está más bajo. La mejor forma de controlar el peso y estar en plena forma durante todo el día es hacer unas cinco comidas ligeras, incluyendo en todas ellas verduras o frutas frescas.  
  • "Los huevos son malos para la salud". Los huevos son muy nutritivos, pero  contienen una cantidad alta de colesterol, por lo que no hay que abusar de ellos.
  • "Para estar bien nutridos hay que tomar complejos vitamínicos". Los alimentos de una dieta correcta aportan las vitaminas que necesita el organismo. No se deben tomar complejos vitamínicos sin prescripción médica.
  • "La sacarina y los edulcorantes ayuda a adelgazar". Esto no es cierto, en todo caso reducen el número de calorías consumidas. La sacarina y el ciclamato son productos de síntesis que no aportan calorías y que poseen un alto poder edulcorante. Existen otras sustancias denominadas polialcoholes que son derivados alcohólicos del azúcar y que tras ingresar en el organismo son escindidos en un radical alcohólico y en una molécula de glucosa, teniendo esta última un valor de 4 kilocalorías por gramo; esto hace que los chicles y los caramelos "sin azúcar" no sean más que un truco publicitario, pues aunque en realidad no llevan azúcar (sacarosa) y no afectará a la dentadura ni inducirá la caries, al metabolizarse posteriormente en glucosa sí que afectará al peso.
  • "Ya sabemos que el pescado azul es bueno para la salud, lo malo es que engorda".Es al revés. Según un estudio publicado en el Diario de la Nutrición Médica Norteamericana, comer atún, salmón, sardinas... no sólo es excelente para la salud sino que ayuda a perder peso. En dicha investigación, el grupo que tomó diariamente pescado azul (rico en ácidos grasos Omega-3) no sólo rebajo más sus niveles de colesterol y su riesgo de diabetes que los otros dos grupos (que siguieron una dieta para perder peso o tomaron pescado azul sólo una vez a la semana), sino que perdieron una media de 3 kg. más.  
  • "Algunos alimentos adelgazan o no engordan" Este es uno de los más extendidos.  Antiguamente se oía el refrán "La calabaza ni engorda ni embaraza, sólo aumenta la tripaza", aunque en la actualidad se oyen más cosas como "La sandía no engorda", siendo ambas cosas falsas, otra cosa es que un alimento tenga un contenido calórico menor que otros con los que se compara. El pomelo es el clásico ejemplo de alimento famoso por su poder adelgazante. Al zumo de pomelo al igual que al del limón se les ha supuesto un efecto destructor de la grasa al ser ácido, pero lo que llevan es ácido cítrico y no ácido sulfúrico o clorhídrico que sí destruirían la grasa (junto con el resto de los tejidos, por supuesto). Se llegó a crear la llamada "dieta del pomelo", que resultó ser un truco publicitario para relanzar las ventas de los excedentes de la cosecha de pomelos (hay que decir que los cosecheros tuvieron un éxito total en sus aspiraciones).
  • ·    "Existen  tratamientos mágicos para adelgazar"    Los obesos  al imaginarse una vida llena de privaciones hasta el fin de sus días, no dudan en acercarse a todo tipo de soluciones, la mayoría de las veces sin cuestionarse la seriedad o validez de los métodos. Aquí hay que distinguir entre la magia clásica y la moderna: la magia clásica nos ofrece una serie de amuletos,  plantillas, pulseras, pendientes y parafernalia similar, que todavía pueden verse ofertados por dudosos anuncios de revistas populares; hoy en día están muy desprestigiados, por lo que se han dirigido hacia problemas más subjetivos como el dolor o el vigor sexual. La magia moderna nos presenta máquinas especiales, prendas de vestir, geles maravillosos o píldoras milagrosas que prometen todo lo que no se debe prometer. Especialmente peligrosas son las "pastillas de fórmula" (explosivos cócteles de diuréticos, laxantes, anfetaminas, hormonas tiroideas, tranquilizantes y otras muy variadas y, en general, inútiles sustancias)

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